Obtengan un 10% OFF en las categoriasCapilarCorporal *Solo por tiempo limitado.

4 testimonios en búsqueda del amor propio

BODYPOSITIVE

4 testimonios en búsqueda del amor propio

En este mes de amor y amistad se habla mucho de romanticismo, flores y chocolates, sin embargo, también es importante recalcar el amor propio, y cómo de este, partimos para ser felices y sentirnos bien con nosotras mismas.

¿Qué pasa cuando nos miramos al espejo? ¿Nos halagamos o nos encontramos mil defectos? Esta pregunta es fácil de responder debido a los muchos estereotipos que nos rodean diariamente en redes sociales, televisión y revistas famosas. Aceptarnos cómo somos es uno de los procesos más difíciles que hay y se ha convertido en una de las grandes discusiones de este siglo gracias al body positive y al feminismo.

Nuestra mente está llena de qué quisiéramos quitar y tener, esto, sin darnos cuenta de que el cuerpo que habitamos debemos consentirlo y llenarlo de amor para que este, refleje todo ese cariño, se vea más saludable y nos convirtamos en la persona que soñamos física y mentalmente.

Muchas tenemos problemas para aceptar nuestro cuerpo porque desde pequeñas se nos criticó o se nos dijo algo desagradable, por eso, la conclusión más grande que podemos sacar de esta lección es la de no opinar sobre el cuerpo de nadie, porque no sabemos el esfuerzo, las inseguridades, el proceso y el sufrimiento de cada persona, además, no es algo que nos competa. Cada quién vive su propia experiencia y cuida su cuerpo a su manera, por lo que nada nos da derecho de juzgar negativamente u opinar sobre el cuerpo de nadie. Esa sería una regla principal de vida para estar bien con nosotras mismas y con las demás, asimismo, debemos ser sororas, es decir, ser solidarias entre mujeres, ayudarnos y apoyarnos para crecer entre todas y para que tengamos una mente y un cuerpo sano.

ondas de cabello
Foto de Olya Prutskova en Pexels

Este mes vale la pena recordar y sanar para que el amor propio vuele alrededor de nuestras almas y podamos sentirnos plenas y llenas de autoestima. Hoy te daremos el testimonio de cuatro mujeres, que, como tú, también se han sentido mal sobre su cuerpo y que han estado en la búsqueda del amor propio. En este caso, les preguntamos cuál era la parte que menos les gustaba de su cuerpo, su parte favorita, lo que ha influido sus familias en la forma en cómo se ven, el consejo que se darían a ellas cuando eran niñas y cómo se verían si fueran una persona externa.

Recuerda que todas tenemos nuestros procesos, podemos salir adelante y lograr amarnos a nosotras mismas.

1. Carolina siempre quiso ser «bonita». 

La parte que menos me gusta de mi cuerpo es mi abdomen y mi nariz, desde pequeña, en el colegio se burlaban de esta parte de mi cuerpo y hacían bromas con ella, siempre quise cambiarla para poder sentirme bien conmigo misma. La parte que más me gusta es mi sonrisa y mis piernas, siento que son muy bonitas y me las han halagado mucho.

A mi “yo” de niña le aconsejaría no escuchar comentarios sobre su fisico de personas malintencionadas, le diría que es hermosa y que su ser lindo siempre se va a ver reflejado en su cuerpo. También le aconsejaría que una buena actitud y una linda imagen de sí misma es el gran secreto para ser «bonita».

Recuerdo que le rezaba a dios ser bonita algún día, lo deseaba con todo mi corazón y ahora veo que siempre lo fui, solo que me hicieron creer que no lo era. Si fuera una persona externa a mí, me vería como una chica trabajadora, inteligente, con mucho talento y que siempre se esfuerza por cuidar su cuerpo y sus conocimientos. A todas las que están leyendo esto les aconsejo que siempre que se miren al espejo vean lo mejor de ustedes y logren amarse.

mujer con autoestima
Foto de RODNAE Productions en Pexels

2. Sara siempre quiso ser más alta y sociable. 

No me gusta ser pequeña, quisiera ser más alta, porque la gente me mira como si fuera un “muñequito”, además, la gente alta se ve elegante e imponente.

Me gusta la forma de mi cuerpo, en especial, mi cintura, porque me parece muy femenina y sexy, y me gusta tener curvas.

En cuanto a lo que ha influido mi familia en la forma en que me veo, pues mi mamá siempre me ha dicho que soy muy bonita y que tengo muy buen cuerpo, por lo que eso me ha ayudado a tener una buena autoestima y a que me guste como veo, ya que la manera cómo te sientes es lo que importa.

El consejo que le daría a mi «yo» de niña sería que deje de ser tan rígida, que disfrute cada segundo de la vida, que haga bobadas, que sea sociable, haga amigos y viva todo al límite.

Si me viera desde el punto de vista de otra persona, creería, que a pesar de que tengo buena apariencia, soy rígida, fría y creída.

De la gordofobia opino que cada quién nace de una forma y tiene tendencia a verse de cierta manera y eso hace a cada persona única y hermosa sin importar el tamaño o la forma. Además, no puedo negar que me gusta mi cuerpo y no quisiera ser más flaca ni más gorda, pero tampoco me da miedo si en algún momento me engordo, porque pienso que en la vida uno debe y sufre muchos cambios y no hay que temerle a eso, siempre y cuando no atente contra la salud. Lo único que importa es que nos sintamos felices cómo nos veamos, y si a cierta persona le gusta ser flaca o tener curvas eso es decisión de cada persona,  por lo que debemos ser respetuosos y aceptar que los demás se vean bien como son, y mucho más, cuando se nota que les gusta su cuerpo.

pony tail
Imagen de Anastasia Gepp en Pixabay

3. A Mariangel le faltó que su mamá le ayudara en su proceso de amor propio. 

Lo que menos me gusta de mí son mis estrías y manchas en las axilas, en cambio, lo que más me gusta de mi cuerpo son mis labios y mis ojos porque son expresivos.

En mi caso, mi familia no influyó positivamente en la construcción de mi amor propio porque cuando yo era pequeña, mi mamá no me ayudaba a amar mi cabello crespo y otras cosas de mí, sino hasta cuando fui más grande.

El consejo que le daría a mi «yo» de pequeña sería que sea más imponente y con carácter, y si fuera una persona externa a mi, pensaría que me gusta mi pelo, mi altura y que soy inteligente.

De la gordofobia, opino que es horrible porque todos los cuerpos son magníficos, aunque hay que ser saludables, pero eso no da derecho a criticar el cuerpo de otra mujer, ya que nos debemos de apoyar unas a otras.

cabello crespo
Foto de Monstera en Pexels

4. Valeria quiere reconciliarse con sus piernas. 

La parte de mi cuerpo que más odio son mis piernas porque no me gusta cómo se ven, tienen mucha celulitis, los pantalones se me rompen y no puedo caminar bien. Mi familia también ha hecho parte de esa construcción negativa que tengo hacia mi cuerpo, ya que me dicen que las tengo muy gordas, que los pantalones se me ven feos, además, me siento incómoda con ellas y me siento observada de manera despectiva por causa de estas.

La parte que más me gusta de mi cuerpo es el abdomen porque está estéticamente asociado a cómo se debería ver un abdomen y porque la ropa se me ve bien.

Mi núcleo familiar se refiere a mi cuerpo con sobrenombres como «Tronchatoro» ya que soy muy troza. Ellos me hacen burlas asociados a personajes característicos, me comparan con animales o individuos asociados a este tipo de figuras. He aprendido a sobrellevar estas críticas porque siento que soy una persona que le gusta reírse de sí misma, sin embargo, inconscientemente, estos comentarios me afectan y van generando inseguridades, por ejemplo, en el momento de elegir una prenda.

Antes me gustaba usar blusas ombligueras, pero con todas esas inseguridades que me han implantado hago diferentes elecciones, a veces prefiero vestirme ancho para que nadie me vea y dejo de resaltar cosas de mi cuerpo que se verían bien.

A mi “Valeria pequeña” le diría que se relaje, que la gente siempre va a criticar tenga el cuerpo que tenga, también le aconsejaría que se reconciliara con sus piernas, ya que son las que cada día me ayudan, me apoyan, me llevan a todas partes y me hacen ser auténticas, porque casi todo el mundo me reconoce por mis piernas. También, que no debo tenerle miedo a lo que la gente pueda decir de mí, porque ellos siempre van a querer decir algo, y ese algo no siempre va a ser bueno, entonces yo digo que no hay que afectarse por esas palabras.

Si fuera una persona externa a mí, pensaría que soy bonita por dentro y por fuera, porque a Valeria, más que tener unas piernas lindas o feas, o tener un «banano» o no, es un ser realmente bello de conocer porque lo que más la caracteriza es su personalidad.

autoestima
Imagen de fabioeliasp1 en Pixabay

Ante estos cuatro testimonios se puede ver como la familia y los seres queridos forman una parte fundamental en la construcción mental que tenemos sobre nuestro cuerpo y que los comentarios de los demás también pueden influir en una gran parte, por esta razón, es importante tener en cuenta que, si no tenemos nada bueno que opinar del cuerpo de los demás, es mejor no decir nada. Cada cuerpo son su forma es hermoso y es valioso porque alberga personas lindas con sentimientos, emociones y sueños.

Todas tenemos algo que odiamos y que amamos de nosotras mismas, es importante no referirnos hacia nosotras con palabras de desprecio, ya que con palabras positivas y lindas podemos ir construyendo una nueva imagen sobre nosotras. Muchas hemos sabido de la historia de que si se le dicen palabras crueles y soeces a una planta por cierto tiempo esta se marchita, pero si al contrario, se le dicen palabras positivas, esta se pone más bonita. Asimismo, sucede con nuestro cuerpo y con las personas, debemos tratarlas bien para que puedan crecer y mejorar.

Con estos testimonios, podemos ver como el amor propio se convierte en algo muy valioso que todos deberíamos construir poco a poco para tener una mejor salud física y mental, también enseñémosles a nuestros niños a quererse y aceptar su cuerpo cómo es, sin fijarse en estereotipos o inseguridades infundadas por personas malintencionadas.

¡En este mes de amor y amistad, amémonos con todo nuestro corazón y seamos los mejores amigos de nuestro cuerpo!

 

Share this post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *